Sin duda la pregunta es una de las claves del proceso de Coaching, supone el motor que lleva a la acción, al cambio, a la mejora. Dejadme que desde la ignorancia intente describir algunos indicadores de esta herramienta esencial.
– Se pregunta no sólo con palabras. Los gestos, las miradas, movimientos de cabeza e incluso algunos sonidos que no podemos considerar palabras son maneras de preguntar. Son formas de incitar a nuestro cliente a seguir respondiendo a situaciones que se han dado en la conversación.
– Utilizamos la pregunta adecuada que hace al cliente centrarse en el problema. Por ejemplo ayudando al cliente para que no se evada a través de divagaciones circulares.
– Las evidencias conductuales de la herramienta preguntar no sólo han de buscarse en el coach. El cliente es el espejo que nos indicará que el coach está haciendo buenas preguntas: su cambio de actitud, sus gestos, su cambio de postura, sus ojos… indicarán si las preguntas están consiguiendo el propósito planteado inicialmente.
– Un buen indicador sobre la pregunta sería medir que parte de la conversación es pregunta y cuál no. Es una buena medida y absolutamente observable.
– Por último la mejor medida es la propia subjetividad del cliente. Preguntémosle, ¿cómo nos han hecho sentir las preguntas? ¿cómo nos han ayudado? ¿cómo han influido en la solución del problema?