“Como trabaje la Competencia Temporalizar”.
En uno de mis procesos de Coaching solicite a mi coachee que relatara en forma de historia como estaba viviendo el proceso de coaching, ya que después de varias sesiones seguíamos divagando entre “si tengo” o “quiero”, sin crear ningún compromiso claro. Con ello intentaba que mi coachee tuviera conciencia de sí mismo, de donde quería ir y donde quería trabajar. Le dije que podía ser un cuento o un dibujo, algo que narrara como se sentía y que quería hacer en su trabajo, acordamos que lo veríamos en la siguiente sesión.
Y llegó la siguiente sesión y para mi asombro mi coachee trajo una cartulina con imágenes. Me dijo que había decidido hacerlo así para luego contarme porque las había elegido.
La primera imagen estaba colocada en la parte superior a la izquierda, era la imagen de una niña tapándose los ojos con las manos. Mi coachee aclara que fue su primera reacción cuando se enteró que realizaría un proceso de Coaching.
En la parte inferior izquierda había una niña subida a un taburete mirando por la venta, me indica que en el fondo tenia curiosidad por saber que podría ser.
La parte derecha de la cartulina tenía más imágenes que en la parte izquierda, arriba había colocado una cara con gesto de sorpresa, indica que es lo que sintió cuando realizamos la primera sesión de coaching, al lado coloca una imagen de una mujer en una hamaca, explica que la eligió porque una vez que sabe porque está realizando un proceso de coaching se siente muy cómoda.
Justo abajo y en el medio de las anteriores imágenes aparece una cara llorando pintada a mano, muy deprisa me explica que llora pero de alegría y me señala que la cara sonríe no está triste, trasmite como se siente ahora.
Cuando llegamos a este punto decido utilizar la pregunta más poderosa el “Silencio” y ella se apresura a narrarme que ha puesto una mujer trabajando en un ordenador junto con una imagen de una carrera de caballos, en la que destaca uno de los caballos sobre los demás. Explica que la carrera no ha terminado, que le gustaría ser el no 1 pero que el premio no es su prioridad, que está trabajando para terminar la carrera en el primer puesto y para ella su premio es la satisfacción personal que está obteniendo con los resultados.
Mi coachee aunque no se fijara un compromiso en las anteriores sesiones estaba trabajando después de cada una de ellas, a partir de aquí comenzó a trazar su Plan de Acción, le puso nombre y apellidos a lo que ella había empezado a realizar.
Este ejercicio sirvió para que mi coachee tuviera conciencia de donde estaba y hacia donde quería ir, para fijar unos objetivos en el presente y para obtener resultados.
Marta Estrada
AMV