Cognitivo Conductual

Por: Aitor Martín

 

Cognitivo Conductual

 

Nuestras acciones son el resultado de nuestros pensamientos, pensamientos que van de la mano de nuestras emociones y sentimientos. Científicamente nos afirman que nuestro cerebro crea caminos, autovías neuronales que se iluminan cuando nuestras neuronas se comunican unas con otras realizando la sinapsis (similar a las luces de un árbol de navidad), un maravilloso milagro de nuestro cerebro, que a través de estímulos eléctricos y bioquímicos da sentido a nuestra vida. He de decir que recientes estudios científicos confirman que también existe una red neuronal análoga a la del cerebro en nuestro corazón, con más 40.000 neuronas.

 

El debate de cual se produce primero, si el pensamiento o la emoción, no nos dará respuesta en lo que se refiere a lo cognitivo conductual. Lo que sabemos es que somos lo que pensamos, no es difícil ver a nuestro alrededor a personas que solemos etiquetar, las hay optimistas y pesimistas, valientes, emprendedoras, conservadoras, cariñosas, quejicas, lloronas, odiosas, las hay amorosas, educadas, preparadas, aventureras…ufff podríamos recoger durante horas adjetivos que etiquetan a personas y a uno mismo.

 

Nuestros comportamientos vienen precedidos de nuestros pensamientos y nuestros pensamientos son la interpretación de lo que percibimos, sentimos, examinamos, medimos y creemos. Además debemos de añadir que una vez que nos sucede algo lo damos por aprendido, lo que más cuenta en nuestro cerebro es nuestra experiencia, cuando nos sucede algo lo primero que hace nuestra computadora biológica es buscar en sus archivos situaciones similares y si le encaja con algo parecido al cotejarlo lo interpretaremos de ese modo y lo entenderemos así, aún siendo probablemente distinto. En caso de que sea una novedad archivaremos la sorpresa. Vivimos en nuestra verdad y en nuestra realidad, que no tiene porque ser una fantasía, pero es nuestra verdad, y en realidad nos sirve para sobrevivir, que es lo primario, y vivir la vida de la manera que elijamos con nuestros paradigmas.

 

Cuando damos algo por hecho o ya creemos saber hacerlo (cosa que puede ser verdad, aunque se pueda mejorar) lo automatizaremos. Al automatizar, gran parte de las veces no somos conscientes de lo que hacemos, y tendemos a tener comportamientos y respuestas automáticas a según qué cosa. Pueden ser cosas que sabemos hacer correctamente o cosas que creemos que sabemos pero estamos equivocados, podemos reaccionar con comportamientos que nos limitan ante ciertas situaciones (por nuestras creencias limitantes) o tratar de cambiar nuestros comportamientos siendo conscientes de nuestros pensamientos y automatismos, analizando nuestra impulsividad y postergación, revisando nuestros pensamientos y nuestra conducta con el fin de mejorar y cambiar nuestros paradigmas y fortalecer nuestra evolución con creencias que potencien hacia nuestras metas en la vida.

 

Tenemos que analizar la vinculación de nuestros pensamientos respecto a nuestros estados emocionales, estos pensamientos, en la mayoría de los casos quizás, vendrán a ser distintos (positivos, negativos…) dependiendo de cómo nos encontremos emocionalmente. Veremos el vaso vacío o lleno respecto a un mismo escenario o contexto dependiendo de nuestro anímico, por lo que ser conscientes de ese estado y de porque hemos pensado de esa manera nos podrá ayudar a gestionar los pensamientos, principalmente los negativos.

 

Lo cognitivo conductual forma parte de nuestra esencia evolutiva a nivel racional y es importante tener conocimiento de su existencia, siempre va estar con nosotros y formará parte de nosotros, por lo que en nuestra mano esta realizar periódicamente exámenes de nuestros pensamientos y acciones, de las causas y efectos que nos rodean, de nuestros paradigmas, de nuestras creencias limitantes y potenciadoras, de nuestros objetivos en la vida a nivel personal, profesional y espiritual. Y no solamente de lo que hacemos o pensamos, si no también de lo que no hacemos puesto que nos afecta no hacer lo que en realidad sentimos o pensamos que deberíamos hacer, comportarnos igual que siempre, por miedo o vergüenza o por cualquier causa, ya sea salir de nuestra zona de confort o expresar nuestros sentimientos y emociones, nos impide realizar cambios cognitivos conductuales nuevos, como digo, lo cognitivo conductual va intrínseco a la persona y está vivo, cambia con nosotros y evoluciona con nosotros, por lo que debemos de ser conscientes de ello y utilizar técnicas y herramientas que nos ayuden a progresar, como el Coaching, terapias, meditaciones y cualquier técnica o estudio que demuestre su eficacia en este campo.

 

 

 

Aitor Martin Bidásolo
Director General PLATAFORMA PRIVADA SL .

Presidente Fundador de FUNDACIÓN TOMA DE MÍ.

Corporate/Executive Coach

 

 

 

 

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