Las 4 Preguntas de Aaron Beck

Por: Alberto Navarro

 

Las 4 preguntas de Aaron Beck: un acercamiento al modelo cognitivo-conductual”.

 

Mientras pensaba en como articular esta reflexión personal acerca del modelo Cognitivo – Conductual, la primera duda que me asaltaba era si para las diferentes escuelas o modelos de referencia, el objetivo del proceso de Coaching, el denominador común, era el mismo.

De ahí que intenté buscar y hacer mía una definición de Coaching en la que me encontraba mas cómodo (muy parecida a la definición de Diana Wimmernova).

 

El coaching se puede definir como el arte

de facilitar el rendimiento, el aprendizaje,

y el desarrollo de otra persona.

Es un proceso de acompañamiento

en el que un experto (coach) aplica

un conjunto de estrategias para que otra

persona (coachee) mejore su situación personal

y/o profesional. Esta mejora se consigue

optimizando los recursos personales

del coachee (habilidades, competencias,

destrezas) durante el proceso de acompañamiento.

El objetivo de este proceso interpersonal es

ejercer una influencia positiva por parte del

experto para mejorar el comportamiento y

el desempeño del cliente o coachee.”

 

Al fin, sustituyendo también “experto” por profesional y/o facilitador y sustituyendo “coachee” por Cliente, ya puedo decir que he encontrado mi definición de Coaching. Y la inclusión de “arte” me la compro porque al final, cada uno tiene su “estilo” personal, su manera de hacer.

Dentro de este proceso de acompañamiento y desarrollo personal, existen diferentes enfoques y modelos. Aquí nuevamente me surgía una duda o dicotomía a la hora de proponer alguna herramienta.

Precisamente, el modelo mas alejado de mi realidad y en el que posiblemente me encuentre mas incomodo, es el modelo o enfoque Cognitivo Conductual. Siempre me he sentido mas cómodo y cercano en enfoques humanistas y psicodinámicos, seguramente por mi formación en humanidades y ciencias sociales. Por este motivo y por curiosidad “inducida”, me llamaron también la atención los modelos de Ellis y de Beck.

Los pioneros en usar las bases de la ciencia cognitiva de forma sistemática para el tratamiento de los trastornos psicológicos (y ahora en su spin off de Coaching) fueron los psicólogos Albert Ellis y Aaron Beck. Son modelos de sobra conocidos y utilizados en el mundo de la Psicoterapia de forma habitual.

Pero, ¿Cómo podría utilizarlo un neófito en la materia?. ¿Cómo un economista en pleno proceso de cambio iba a entenderlo?

Aquí me ayudó a “procesarlo” y sobre todo a simplificarlo, Nacho Fernández Arias. Sus “trucos” y su metodología, sencilla y directa, con conceptos claros y que me han hecho primero reflexionar y segundo, entender al fin, el funcionamiento de estos modelos cognitivos.

El modelo de Aaron Beck se centra, básicamente, en pensamientos automáticos y en las distorsiones cognitivas.

El modelo propuesto por Beck afirmaba que ante una situación, los individuos no responden automáticamente, sino que antes de emitir una respuesta emocional o conductual perciben, clasifican, interpretan, evalúan y asignan significado al estímulo en función de sus supuestos previos o esquemas cognitivos (también llamados creencias nucleares). En la teoría de Beck, los procesos cognitivos son los mecanismos de codificación, almacenamiento y recuperación de la información existentes en las estructuras cognitivas (esquemas).

Por tanto, se incluyen entre los procesos cognitivos: la percepción, la atención, la memoria y la interpretación. “En el procesamiento de la información pueden producirse errores en cualquiera de sus fases que tienen como consecuencia una alteración o distorsión en la valoración e interpretación de los hechos, lo que el autor llama distorsiones cognitivas”.

Las estructuras cognitivas de organización de la información en la memoria son los esquemas, que representan el conjunto de experiencias previas y actúan como moldes que dirigen la atención, influyen en la interpretación de los acontecimientos y facilitan el recuerdo.

En otras palabras, “los esquemas son construcciones mentales subjetivas, más o menos estables, que actúan como filtros a la hora de percibir el mundo por parte del individuo”.

Las creencias son los contenidos de los esquemas, y son el resultado directo de la relación entre la realidad y éstos. Son todo aquello en lo que uno cree, son como mapas internos que nos permiten dar sentido al mundo, se construyen y generalizan a través de la experiencia.

Si recordamos, Beck distingue dos tipos de creencias:

  • Creencias centrales o nucleares: Se presentan como proposiciones absolutas, duraderas y globales sobre uno mismo, los demás o el mundo. Por ejemplo, “soy un incompetente”. Representan el nivel cognitivo más profundo, son difíciles de cambiar, dan el sentido de identidad y son idiosincrásicas.
  • Creencias periféricas: Son influidas por las nucleares, por tanto, están ubicadas entre las éstas y los productos cognitivos o pensamientos automáticos. Consisten en actitudes, reglas y presunciones (o supuestos).

Beck enumeró una serie de distorsiones cognitivas (El amigo Nacho nos las resumió), son las siguientes:

  • Abstracción selectiva: se trata de prestar atención a un solo aspecto o detalle de la situación. Los aspectos positivos se suelen ignorar, dando más importancia a los aspectos negativos.
  • Pensamiento dicotómico: los acontecimientos se valoran de forma extrema: bueno/malo, blanco/negro, todo/nada, etc.
  • Inferencia arbitraria: consiste en sacar conclusiones de una situación que no están apoyadas por los hechos, incluso cuando la evidencia es contraria a la conclusión.
  • Sobre generalización: consiste en extraer sin base suficiente una conclusión general de un hecho particular.
  • Magnificación y Minimización: tendencia exagerar lo negativos de una situación, un suceso o un cualidad propia y a minimizar lo positivo.
  • Personalización: hace referencia a la costumbre de relacionar los hechos del entorno con uno mismo, mostrándose susceptible.
  • Visión catastrófica: adelantar acontecimientos y, de entre las distintas opciones, pensar que siempre va a ocurrir lo peor.
  • Deberías: (los famosos deberías…)consiste en mantener reglas rígidas y exigentes sobre cómo deben suceder las cosas.
  • Etiquetas globales: consiste en poner etiquetas globales a nosotros mismos o a los demás sin tener en cuenta otros matices.
  • Culpabilidad: consiste en atribuirse a uno mismo o a los demás toda responsabilidad de los acontecimientos, ignorando otros factores que contribuyen a los mismos.

¿Cómo trabajar estas Creencias o Beliefs? ¿Cómo Identificar, Señalar y Desafiar las mismas?

Nos surgió una idea para ser AUTENTICOS (en nuestro rol persona, en nuestro rol coach), “Ser protagonistas de tu vida”…Gracias de nuevo, Nacho.

Si hemos identificado un pensamiento o creencia, un BELIEF, Beck nos propone un modelo muy sencillo de aplicar en nuestros procesos de Coaching, la:

TÉCNICA DE LAS 4 PREGUNTAS:

1.- ¿Cuál es la evidencia que tengo?

Esto implica hacer pensar y reflexionar a nuestro cliente muy “abajo”, explorando en sus creencias nucleares y le “obligamos” a verbalizar aquello que piensa…

2.- ¿Existen puntos de vista alternativos?

Forzamos a nuestro cliente a pensar en otros caminos y ayudarle a ver “su” realidad desde otro lado. Ver desde otro prisma.

3.- ¿Estoy cometiendo algún error?

Tratar de provocar en el cliente un espacio de autocritica, de reflexión sincera sobre sus acciones (efectos en el modelo cognitivo ABCD).

4.- ¿De que me sirve?

Pero en términos de “utilidad”, esto es, ¿qué utilidad tiene? O ¿para que me sirve?

Estas preguntas, sirven para generar Disonancias Cognitivas, consiguen por tanto apretar un “botón” que activa/desactiva acciones en nuestro cliente.

¿Cómo te sientes?, ¿Que situación?, ¿Que piensas?, nos sirve para CLARIFICAR.

 

Con estas preguntas, al final tenemos capacidad de generar nuevos escenarios que permitirán a nuestros clientes, desafiar sus creencias nucleares.

 

Al final, buscamos y pretendemos hacer VER a nuestro cliente, y que independientemente del modelo, de las herramientas, sepamos ver como Coaches donde nos encontramos, en que fase del metaproceso estamos, para poder cumplir nuestro “trabajo”, esto es, acompañar a nuestro Cliente en su viaje hacia su reto, meta, objetivo o simplemente ayudarle a ver diferente en su proceso de cambio.

Después de esta reflexión, entiendo que no hay un único camino, que todos los enfoques y modelos son necesarios y complementarios, independientemente de que nos encontremos mas cercanos o próximos a alguno de ellos.

En mi caso particular, profundizar en el modelo cognitivo conductual, me ha ayudado a entender como es el proceso cognitivo y sobre todo a identificar creencias, procedentes de experiencias tempranas que muchas veces son las “culpables” de nuestra forma de relacionarnos en las Organizaciones.

Sigo pensando que me siento muy cercano y cómodo en el enfoque humanista/positivo y en el modelo psicodinámico, pero sin entender el enfoque cognitivo conductual, no podría ser un buen Coach o Facilitador.

 Alberto NavarroAlberto Navarro G

Director Oficina BANKIA

 

 

1 Comentario

  1. juancarlos febrero 16, 2016 Responder

    Un mágnífico trabajo, ¡enhorabuena!

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