
“Quejándome y diciendo que estoy muy ocupado y que trabajo mucho, todo el mundo pensará que soy mejor trabajador y que mi puesto es muy importante.”
¿POR QUÉ ES IRRACIONAL?
Porque son solo palabras, sea cierto o no hay que demostrarlo con las tareas y funciones que uno realiza, entregando y finalizando los proyectos y tareas en los plazos marcados. Si luego además no se cumple con lo esperado y lo pactados, las personas del entorno automáticamente te desacreditará y no atenderá a tus quejas, aunque sean fundadas.
ALTERNATIVAS POTENCIADORAS
– Invertir el gasto de energía que supone estar quejándose y proclamando en público lo ocupado que se está en trabajar organizadamente para realizar las tareas. El trabajo realizado es el que debe hablar por nosotros y no lo que decimos: Hechos y no palabras.
– Si razonadamente somos capaces de justificar antes nuestros superiores que nuestra carga de trabajo es excesiva seguramente puedan encontrarse soluciones. Si la queja llega por terceros o en forma de rumor, nuestro prestigio y consideración no será la misma ante nuestros jefes.
– Con esta actitud nos negamos a nosotros mismos el desarrollo de nuestra actividad de la forma mas . Si siempre estamos ocupados y no podemos o sabemos organizar ni priorizar no somos operativos ni resolutivos y cada vez la bola será mas grande y nosotros menos eficientes. Tenemos que saber organizar el trabajo y poner en claro todo lo que estamos haciendo para analizar si de verdad es excesivo o lo que es peor, si estamos abarcando tareas que no nos corresponden por no tener claras las funciones o simplemente, por no saber delegar.