El coaching necesita herramientas de medición que permitan medir (parametrizar) la eficacia del proceso para así poder alcanzar los objetivos propuestos. Evaluar es medir e incorporar un patrón de medida que sirva así para comparar y conocer si se avanza en el proceso de coaching y también que determine si se han llegado a conseguir los objetivos marcados. El concepto de parametrización tiene que ver con la manera en que se miden las conductas. Las herramientas de medición sirven para que el cliente ponga orden y clarifique sus competencias y áreas de mejora, pero quien realmente evalúa no es el coach, sino la empresa a través de su modelo competencial que tiene que ser aportado por la empresa al coach.
Las herramientas de evaluación más comunes son la evaluación de desempeño 360 y el assesment center que evalúan al cliente, a través de diferentes pruebas, las distintas competencia. La evaluación 360 tiene como finalidad buscar alternativas que permitan mejorar determinadas competencias del coachee para fortalecer su autoconfianza y su impacto en la organización. El assesment center es un centro de evaluación sobre diferentes competencias ejecutivas que se miden a través de diversas pruebas en las que la observación es un aspecto clave de la prueba.