El módulo de “Coaching y Evaluación”, impartido por Juan Carlos de la Osa, ha conseguido que despeje muchas dudas acerca de cómo acometer mis sesiones de coaching. Entendiendo que el proceso de coaching que vamos a practicar, basado en un “Modelo Competencial” aportado por la empresa, nos facilitará el camino a seguir, ………………………………llevamos un GPS.
Siguiendo el modelo 360 grados estamos trabajando sobre competencias, modo en que se verifica que la persona que ejerce un rol en la organización se encuentra ó no en alineación con dicho rol, traducido en parámetros establecidos por el cliente, en este caso, la empresa.
Hablamos de procesos psicológicos muy cortos, y manejamos de 5 a 9 competencias. Entre estas me gustaría destacar la “empatía”, que no la simpatía, competencia definida como el desenvolvimiento del “coach” para ponerse en el lugar del cliente. Esta habilidad, vinculada con la llamada “escucha incondicional”, provoca que el cliente se vea en un espejo. Pero la importancia de la formulación y reformulación de “preguntas abiertas” también juega un importante papel.
Como conclusión, diría que cuando la empresa nos facilita tanto el “modelo 360 grados” como el “Development Center”, nos está dando velocidad al proceso, de esta forma finalizamos la primera sesión con el compromiso del cliente sobre la/s competencias que vamos a trabajar, y nos ayudará a definir el “Plan de Acción y Objetivos” en la próxima reunión.
En mi opinión, diría que estos modelos referenciados funcionan como un GPS para navegantes, aunque el patrón en este caso sea el cliente, porque nos indican el camino a seguir y dependiendo de que superemos la climatología con nuestras habilidades como Coach, haremos de cada proceso/viaje “un éxito”.