El coaching no tiene como origen la psicología; sin embargo, la psicología como ciencia puede aportar mucho al coaching. Psicología y coaching presentan muchas comunalidades con la tradición de corte humanista de la psicología, y comparten filosofía con el movimiento del potencial
humano de la década de los sesenta y la psicología positiva. Adicionalmente, existen otras orientaciones psicológicas que pueden aportar enriquecimiento al coaching, como son el enfoque cognitivo-conductual y el psicodinámico, y dentro de él el Metodo Tavistock. Más allá de todo ello, el saber científico acumulado de la psicología, obtenido mediante investigación sistemática, sobre los aspectos emocionales y cognitivos que guían la conducta de las personas, la dinámica de grupos, el aprendizaje, la motivación, la toma de decisiones, etc, son una valiosa contribución para el coach, ya que son áreas que afectan directamente a su labor. A raíz de todas estas evidencias aparece el Coaching Psicológico.
Para el Coaching Psicológico es fundamental contar con una metodología que facilite la consecución del objetivo del cliente. El modelo 5 4=9 proporciona dicha metodología. El 5 del modelo corresponde a las 5 herramientas esenciales del coach: Sincronizar, Escuchar, Preguntar, Insight y Feed (Back, Within y Forward). A dichas 5 herramientas les acompañan y potencian los 4 pasos de la conversación: establecer Metas, analizar la realidad Actual, buscar Posibles opciones y establecer Compromisos de Acción.
De la combinación de ambos factores surgen las 9 competencias que completan el Modelo: Una relación basada en la Confianza, escuchar desde la Aceptación, Comunicar desde la plenitud, Temporalizar procesando desde el aquí y el ahora, Clarificar creencias y distinciones, Apoyar a mantener y sostener propósitos claros, Impulsar el hacer surgir posibilidades, Potenciar expandiendo el potencial del cliente y Contextualizar en que sistema se encuentra el cliente.
Con todos estos recursos, el coach ya tiene una metodología con la que trabajar… Ahora bien, la forma de combinarlos y utilizarlos en cada momento es todo un arte, un arte que se alimenta de la práctica continuada y la experiencia que cada cliente va añadiendo al bagaje del coach. Todo un reto para el coach, siempre en continuo desarrollo y aprendizaje!