Teniendo en mente que el “capital humano con talento” es un Indicador potente que correlaciona directamente con los resultados de las compañías, podríamos encontrar múltiples artículos y publicaciones que ilustran el proceso de gestión del talento sólo con poner gestión del talento en Google (así como 2,390,000 resultados, cuando yo he hecho esta prueba…..).
La gran mayoría representan o describen dentro de la gestión del talento una fase de planificación, que sitúa a la posición dentro de la organización y la dota de responsabilidades y competencias.
Después vendrá la selección, donde se sitúan también las prácticas de atracción del talento (o propuestas de valor para futuros empleados), y todo ello previo a la contratación e incorporación.
Es entonces cuando llega el turno a la retención, al compromiso.
¿Y qué compromete a un candidato con la propuesta de esa compañía y no con otras?
Como pescadora de trucha a mosca, me gustaría recoger aquí algunas reflexiones que tienen sus similitudes:
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La mosca que está en el agua pesca
Esto lo aprendí de un antiguo compañero de trabajo, también pescador.
Cada anuncio/proceso de selección tendrá su conjunto de candidaturas que se ajustan en mayor o menor medida al perfil.
Ir más allá y captar lo que se “esconde” tras el curriculum y que el candidato puede ofrecer, es una sensación similar a sentir esa leve picada del pez bajo el agua. Ese pequeño tintineo hace al buen pescador poner en juego las habilidades iniciales, sin saber finalmente si conseguirá sacar al pez del agua.
¿Algún punto de conexión hasta aquí con vosotros?
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Para cada pez hay distintos señuelos, y también temporadas
Cualquier momento de la vida profesional no es el adecuado para un cambio de posición o empresa. Y cualquier empresa no es óptima para que un candidato exhiba su talento pleno.
Probablemente, seremos capaces de traer a nuestra mente esa persona que pasó por un proceso de desvinculación de una compañía y en la siguiente encontró el desarrollo de su máximo rendimiento y potencial, consiguiendo las más altas metas.
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La selección y la pesca son actividades bidireccionales, en lo que a la atracción se refiere
Hay muchos peces que pescar, pero sólo entre algunos de ellos, el pescador y su red (otras personas involucradas en el proceso de selección) se establece un verdadero vínculo, que no únicamente está relacionado con la técnica que utiliza el pescador ni con el cebo.
Además de exhibir el conjunto de competencias esperadas para la posición tanto los seleccionadores como el candidato van construyendo las bases de la confianza y el compromiso, a los que luego se darán continuidad durante el proceso de incorporación en la compañía.
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La red es la pieza fundamental que aporta distinción al proceso